Los grupos en favor de los inmigrantes hispanoamericanos realizan también protestas en el mismo lugar donde sus detractores las llevan a cabo. El objetivo es criticar la persecución que sufren.
L os enfrentamientos verbales entre miembros de los "Minuteman" y los jornaleros que se ubican en una gasolinera de la comunidad de Cypress Spring, Houston, continúan.
El pasado fin de semana, dos miembros de los Minuteman fueron detenidos por un par de horas por portar armas sin los documentos necesarios. Pero, ambos fueron puestos en libertad tras mostrar los respectivos documentos.
Las autoridades locales, pese a que los Minuteman muestran sus armas de fuego y amenazan de muerte a los trabajadores, se limitan a vigilar que ninguno de los bandos quebrante las leyes y se cometa un delito.
"La comunidad de Cypress Spring es una localidad semirural ubicada al norte de Houston, donde se formó una unión de iglesias (católicas, evangélicas, bautistas, luteranas, metodistas y ortodoxa, entre otras) que ayudan a los jornaleros", dijo el pastor Franklin Moore.
"Nosotros somos hijos de inmigrantes europeos que echaron raíces en los Estados Unidos gracias a la ayuda de otros inmigrantes, y ahora nos toca ayudar a otros que necesitan", destacó Moore.
Desde su formación, la "United Church" (Iglesia Unida) de Cypress Spring ayuda a los inmigrantes hispanos con asistencia médica, ropa y orientaciones sociales.
Por su parte Tammy Morre, esposa de Franklin, comentó: "Cristo dijo que se debe ayudar al necesitado, vestir al desnudo, socorrer al enfermo. Y es lo que las iglesias cristianas de Cypress Spring están haciendo y eso no es contra ninguna ley".
"No obstante, lo que están haciendo los Minuteman está en contra de Dios, porque eso es odio y rencor hacia personas que no conocen y que no les han hecho nada, sólo porque atentan contra su estilo de vida", agregó la señora Moore.El matrimonio Moore resaltó que ninguno de los Minuteman que llegan a molestar a los jornaleros viven en Cypress, porque los han investigado, sino que se trata de unas "escuadras móviles" que continuamente llegan a molestar a los jornaleros.
Con permiso para protestar
Los Minuteman están autorizados para protestar en contra de los jornaleros ubicados en la única gasolinera de la calle Spring Staubner, antes de llegar a la entrada de Cypress Spring, por donde la mayoría de sus habitantes ingresan a dicha localidad.
Estos grupos antiinmigrantes pueden hacer este tipo de actividades porque piden un permiso a las autoridades locales. Sus reclamos son legales porque los apoya la ley, y están en su pleno derecho de protestar por lo que quieran.
Los permisos se los da la policía para que protesten los sábados de las 7:30 de la mañana a las 11:00 de la mañana; pero, el pasado fin de semana los jornaleros llegaron más temprano.
José Almendares, uno de los jornaleros que participaron en la protesta contra los Minuteman, dijo que la llegada temprana de los trabajadores hispanos molestó mucho a este grupo de antiimigrantes, y empezaron a mostrar las armas que portaban.
"Llamamos a la policía, porque no somos ignorantes y sabemos de nuestros derechos", dijo.
"De inmediato llego una patrulla, empezó a revisarlos a todos; y se llevó a dos por portar armas sin los documentos, pero después aparecieron nuevamente abordo de una camioneta", relató Almendares.
El jornalero agregó que no importa cuántos "Minuteman" lleguen a decirles cosas, ellos seguirán buscando trabajo todos los días.
"Al final, ni sabemos lo que dicen, porque no hablamos inglés", dijo.
Los jornaleros y el matrimonio Moore destacaron que la comunidad de Cypress Spring lo ve con buenos ojos, por ser mano de obra barata en una región donde es difícil conseguirla.
Además, porque meses atrás las autoridades ordenaron a los trabajadores desalojar el área de la gasolinera, pero horas después de que los jornaleros se fueron la gasolinera fue asaltada.
Y fue asaltada un par de veces más, hasta que el propietario del local habló a las autoridades para pedirles que dejaran tranquilos a los trabajadores y que les permitieran quedarse buscando trabajo ahí.
Las autoridades aceptaron y desde entonces no se da ni un sólo asalto en dicha gasolinera.
"Me dan seguridad y gratis, los ladrones no se acercan desde que están los jornaleros en la esquina, ni de día ni de noche", puntualizó el propietario de la gasolinera que pidió omitir su nombre.
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