para las empresas distribuidoras de energía la Superintendencia de Electricidad y Telecomunicaciones no ha expresado claramente porque se descartaron o no se consideraron los puntos de vista emitidos por las compañías antes del ajuste.
L as dos principales distribuidoras de electricidad del país vislumbran un panorama gris para sus inversiones en los próximos años.
Tanto AES El Salvador (corporación que agrupa a las empresas CAESS, CLESA, EEO y Deusem) como DelSur vaticinan una reducción de sus inversiones, debido al recorte de ingresos que experimentarán a raíz de la disposición de la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget) que efectuó un ajuste tarifario el año pasado, que estará vigente hasta 2012.
En diciembre pasado la Siget implantó un nuevo pliego tarifario para la distribución y comercialización de energía que, en teoría, reduciría entre siete y 15 por ciento la factura del consumidor.
De acuerdo con un documento de AES al que tuvo acceso El Diario de Hoy, la distribuidora eléctrica rechaza esa rebaja en los cargos por distribución y comercialización de energía.
Según el informe, las nuevas tarifas aprobadas por la Superintendencia anulan la posibilidad de seguir invirtiendo para mejorar la calidad del servicio; además, agrega que no se podrá responder a la creciente demanda energética industrial y del comercio.
La corporación llega incluso a prever una "crisis de liquidez en la cadena energética" pues, dice el documento, reducirá la capacidad operativa comercial "afectando la efectividad de cobro y el consecuente pago a los otros operadores del sistema".
AES no especifica en sus apuntes cuánta será la inversión que dejará de realizar como consecuencia de las reformas; aunque el monto proyectado para el país actualmente asciende a 500 millones de dólares.
"Beneficio imperceptible"AES estima, en el documento, que el ahorro de 21 centavos que tendrán alrededor de 682,000 de sus clientes será "un beneficio imperceptible" ; mientras que por el contrario generará "daños" al sistema energético.
Dicho beneficio se traduciría en un ahorro para la colectividad de consumidores de más de 143,000 dólares.
Para la corporación también está el agravante de que con menores ingresos se vaticinan recortes de personal.
Más allá de los argumentos técnicos, tanto AES como Delsur consideran que la medida vulnerar derechos constitucionales y afecta el clima de inversión; por esa razón DelSur justifica una recurso de amparo ante la Corte Suprema de Justicia (CSJ).
El informe de la distribuidora revela, con datos de la Comisión de Integración Energética Regional (CIER), que El Salvador destaca entre los primeros tres países de América Latina en los cuales la satisfacción del cliente aumentó.
Según el estudio del CIER, el país mejoró un 38 por ciento durante 2006 en la percepción que tienen los consumidores sobre los precios de la energía.
DelSur, la segunda distribuidora de El Salvador, también arguye que el recorte de ingresos los deja en una condición de "precariedad".
En declaraciones recientes, el gerente general de la firma, Roberto González, calificó de "irresponsable" la medida adoptada por el ente regulador.
"En las condiciones en que la Siget nos deja ni siquiera vamos a tener recursos para hacer las inversiones normales y, en caso de imprevistos fuertes, vamos a estar en condición muy precaria" expresó el ejecutivo.
González criticó la idoneidad de la consultora que contrató la autónoma para establecer los nuevos pliegos tarifarios.
Los pecados de AES que más se han criticado son1. La valoración de los activos que hizo la Siget. Se considera menor a la realizada hace 5 años.
2. El valor de la subcontratación de servicios que hacen las compañías no es compatible con la realidad de las mismas.
3. Se vulnera el derecho a la propiedad privada y a la seguridad jurídica.
4. No se contemplan los costos previstos por la entrada en vigencia de la nueva norma de calidad.
5. Se perderán los avances alcanzados en mejora de la calidad del servicio y la satisfacción de los clientes.
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